¿Por
qué, por qué, por qué…? ¿Por qué millones de ciudadanos y ciudadanas tienen que
vivir como esclavos de los políticos? ¿No nos van a gobernar nunca políticos
honrados? ¿Por qué seguimos ciegamente a los que una y otra vez nos engañan? ¿No
va a haber nunca una mayoría de ciudadanos valientes? ¿Cuándo vamos a ser
capaces de construir una verdadera democracia en la que las necesidades del
pueblo sean decididas por el propio pueblo?
Puede
que las democracias de los pueblos de Europa hayan empezado en Grecia su lucha
contra las oligarquías europeas que vienen imponiendo sus políticas económicas
neoliberales. Se está viendo claramente que el sistema de poder que se ha
implantado en la actual Unión Europea, representado de forma antidemocrática
por la Troika, posee un eficacísimo arsenal: apoderados de la riqueza, dominan
los medios de propaganda y de represión; legislan para proteger el estatu quo; y cuentan con la
connivencia de los gobiernos conservadores (incluyendo a los descafeinados
partidos socialistas). En resumen, han diseñado un plan de guerra con el que el
poder económico, corrompiendo al poder político, está consiguiendo destruir
todo intento de reacción democrática.
¿Cómo
es posible que menos de un diez por ciento de la población europea engañe,
atemorice, doblegue y humille la voluntad democrática popular del resto de sus
pueblos? El miedo inducido por las sutiles técnicas de propaganda que utiliza
el poder paraliza las voluntades que no se fían de resurgentes y sinceras propuestas
emancipadoras. La anomia ciudadana cierra el paso a cualquier salida hacia la
libertad. El sentimiento de impotencia para razonar sobre nuestros derechos nos
doblega y nos empantana en una situación injusta, represiva y caótica. La
bajeza de las disputas políticas, su corrupción y sus reiterados actos
antidemocráticos, ¿no son suficientes pruebas de su falsedad que nos deben
hacer reaccionar?
No
sabemos cuánto resistirá el gobierno griego defendiendo los derechos que la
valiente voluntad democrática de su pueblo está reclamando, pero la respuesta a
la guerra de los poderosos ya ha empezado. ¿Seremos capaces, en este año
electoral, de seguir el camino que nos está marcando el sacrificado y digno
pueblo griego? ¿Será el resto de Europa capaz de acabar con estas políticas que
adoran a los poderosos y desprecian a los pueblos?
Tenemos
que creer que hay políticos que están con el pueblo. Descubrirlos y votarlos
dándole un margen de confianza no nos impide ser políticamente activos, estar
vigilantes y reclamarles que cumplan sus propuestas. Si no fuera así,
tendríamos en nuestras manos la posibilidad de recusarlos, retirar la confianza
a quienes nos traicionen y, en su caso, ponerlos ante la ley.
Si
conseguimos desoír la furibunda propaganda bélica que, desde Bruselas para
todos los socios, han diseñado los que temen perder el poder, que ven la paja
en el ojo ajeno y no quieren ver la viga en el propio, podremos convencernos de
que merece la pena apostar por el modelo griego.
Excelente entrada. Con qué claridad y en breve espacio, explica la colosal podredumbre que invade la política y todo el "stablishment". Con todas las cínicas y viles mentiras, las connivencias, acuerdos e intereses espurios que solo buscan favorecer a los poderosos a costa de desproteger, asfixiar y hundir, quitando derechos, al resto de l@s ciudadan@s.
ResponderEliminarY est@s, no solo se dejan engañar, sino que repiten, como loros, los "mantras" que el poder les transmite a través de todos los medios (y la sinvergonzonería) de que dispone, en vez de respaldar otras opciones que le brindan salidas alternativas y posibles para levantar la cabeza y escapar de la esclavitud a la que nos están llevando.
¿Cuándo vamos a ser valientes y plantar cara a los poderes antidemocráticos que nos gobiernan y humillan? Si nos unimos todos los humillados, podemos pararle los pies.
Como en la entrada, pienso que merece la pena apostar por el modelo griego
Estupenda entrada, y estupendo comentario también de Alondra.
ResponderEliminarEstos textos me hacen reflexionar sobre muchas cosas... pienso que debemos reaccionar ante todo lo que está pasando en nuestro entorno más cercano, en Europa, en el mundo..., debemos salir del engaño y hacer salir del engaño a todos los que nos rodean: el pueblo debe ser protagonista de su historia y tomar pacíficamente el poder, no solo votando, sino también con nuestras acciones diarias, y saliendo a las calles reclamando lo que es justo. Además, es necesario darse cuenta de las nuevas visiones que van surgiendo del mismo pueblo y que se materializan en otras opciones políticas y ciudadanas a las que no deberíamos tener miedo, sino todo lo contrario. Hay que hacer ver a la gente que no puede esconder la cabeza, que hay que salir del adocenamiento y optar por algo concreto. Eso o dejar que los poderosos nos sigan imponiendo sus leyes contra nosotros mismos. Yo creo que la opción está clara. Pronto tendremos ocasiones y citas para hacernos visibles como pueblo: elecciones, manifestaciones, marchas... Juntos y juntas somos mayoría, no lo olvidemos, juntos y juntas debemos y podemos seguir adelante. Mucho ánimo, y enhorabuena por la entrada, y a todos y a todas por seguir luchando.