Carmen me pide sorprender a sus
compañeras y compañeros, tan unidos por el canto y la amistad, publicando en el
blog un sentido poema elegíaco que descargue las emociones contenidas durante
los últimos meses.
En estos días navideños se reúnen
en fraternal ágape los miembros del Orfeón
Cajasur. El regocijo del encuentro se ve este año ensombrecido por una
dolorosa ausencia. Carmen ha querido y ha sabido expresarlo en este bello poema:
A Mª Nieves Urcelay
Cuando se truncó tu vida
quizá nadie lo esperaba,
pero nunca olvidaremos
el ejemplo que nos dabas.
Era digno de admirar
tu contagiosa alegría,
simplemente, para ti,
la tristeza no existía.
Tu actitud nos levantaba
el ánimo diariamente,
con tu sincera sonrisa,
aunque riñera Clemente.
Tu espíritu, siempre inquieto,
te llevaba a conocer
los lugares más diversos.
Tu curiosidad surcaba
mares de ilusión y sueños.
Y cansada de viajar
por este mísero suelo,
te fuiste para explorar
hasta el mismísimo Cielo.
A veces, cuando cantamos,
nos parece oír tu voz,
que la tenemos grabada
muy dentro del corazón.
Miramos hacia tu sitio
pero tú, allí no estás,
porque ahora perteneces
al gran coro celestial.
Carmen M. C. - Córdoba 21-12-2011
Aún no se habían recuperado de
las emociones cuando se dirigían al hospital Reina Sofía para actuar en un
concierto de Navidad en agradecimiento a los donantes de órganos. Lo hacían con
entusiasmo, con ilusión, con generosidad, sin ánimo de lucro y sin menoscabo de
las arcas de Cajasur, dirigidos por Clemente Mata, el alma del Orfeón, sin el
que ese grupo humano se vería huérfano y desorientado.
Pensamos que siendo en estas ventajosas
condiciones, además de ejemplo de dedicación sin reservas, un espléndido
estandarte cultural y musical, la
Entidad mimará y prolongará tanto la labor del director como la
vida del Orfeón durante muchos años para prestigio de Córdoba y para disfrute
de los que tengan el privilegio de asistir a sus conciertos.